La difícil situación económica que se arrastraba tras la finalización de la crisis sanitaria de la COVID-19, se vio agravada por la crisis energética y el aumento de la inflación y, sumado a la incertidumbre a la hora de decidir qué tecnología de propulsión es la más favorable, todo esto genera que los usuarios retrasen su decisión de compra o renovación de sus viejos vehículos y que, por lo tanto, los vehículos que circulan por nuestras carreteras sean cada vez más antiguos, más contaminantes y menos seguros. Un año más, toda esta casuística ha llevado a que, en 2022, haya aumentado de nuevo la antigüedad media de los automóviles al final de su vida útil* tratados por los CATs. En la tabla y la gráfica siguientes se muestra la evolución de la edad media de los automóviles tratados por los CAT. Las cifras de edad media en 2022 por tipo de vehículo fueron:

2015 2016 2017 2018 2019 2020 2021 2022
Turismo 16,70 17,26 18,00 18,49 18,66 19,15 19,99 20,52
Todoterreno 17,90 18,30 18,72 19,25 19,12 18,89 20,33 20,47
Ind <3500 Kg 17,15 17,81 18,36 18,94 18,45 19,55 19,83 20,56

Si agrupamos los tres tipos de vehículos y en una sola categoría que sería la de los automóviles según la definición del Real Decreto 265/2021, la evolución del dato de antigüedad es la siguiente:

Automóviles según la definición del Real Decreto 265/2021
2015 2016 2017 2018 2019 2020 2021 2022
16,77 17,34 18,05 18,55 18,65 19,13 19,98 20,52

Como se puede apreciar en la gráfica, la antigüedad de los automóviles según la definición del Real Decreto 265/2021 sigue, en los últimos años, una tendencia alcista que demuestra que cada día el parque automovilístico español es más viejo y evidencia la necesidad real de nuevos programas de rejuvenecimiento del mismo que ayuden a retirar de la circulación los vehículos con más antigüedad y que a la vez son los más contaminantes, menos eficientes y menos seguros.